Tengo para mí que el aura de poeta mística atribuida a Concha Urquiza (1910-1945) se ha ido desmistificando poco a poco, para bien. A cambio, cada día sus poderosos versos se valoran más y se comprenden mejor.
No obstante, la vida de esta poeta mexicana, oriunda de Michoacán, está envuelta por velos misteriosos. Era una niña dotada que a los 11 años escribía poemas muy sólidos que vaticinaban ya la potencia que alcanzarían sus versos más adelante.
Sabemos que entre 1928 y 1933 radicó en Estados Unidos, donde habría estudiado leyes e ingresado al Partido Comunista.
En 1937, sin embargo, una "crisis espiritual" le habría llevado a abjurar del comunismo y a recluirse en un convento de monjas, donde permanece un tiempo. Más adelante aparece en San Luis Potosí, como maestra de filosofía en la Universidad.
Su muerte ocurre en circunstancias extrañas, en Ensenada, Baja California, a sus 35 años, cuando junto con un desconocido acompañante se mete a nadar al Océano Pacífico.
Ambos fallecen ahogados.
Me parece que el meollo de tanto enigma se encuentra precisamente en uno de sus poemas más conocidos: Job, soneto que forma parte de una serie bíblica.
Job encarna la imagen del justo que, debido a los designios insondables de Dios, padece injusticias.
Y por otro lado: sucede con la poesía mística (San Juan de la Cruz, Santa Teresa) que si por un momento nos olvidamos de Dios y de tanto misticismo y lo leemos tal cual se lee, nos encontramos de pronto con unos poemas sumamente carnales.
Y por otro lado: el poema fue escrito en el crucial año de 1937, cuando ella de pronto abdica de su ideología.
Entonces... He aquí la clave, según quien esto escribe:
Concha Urquiza es una joven idealista, inteligente y muy talentosa que acaba de regresar de Estados Unidos, donde entonces flotaban ideas muy liberales.
Para ella en esos años todo parecería lucha combativa y entregar todo por la causa.
Imaginemos ahora que, justo en 1937, un camarada, en medio de los fragores partidistas, se le insinúa sexualmente. Ella, que al cabo tenía vocación de monja, se rehúsa.
¿Y qué tal si él abusa? Y la viola...
Eso resultaría causa más que suficiente para desencantarse de cualquier utopía, y para guardar sigilosa secrecía, y también, sobre todo para una mujer joven y sola en esos años, para refugiarse en un convento.
Leamos ahora el poema, que es terrible.
Al final del último cuarteto nos enteramos de lo que el hipotético hijo de puta le hizo:
"Él mató los amores en mi lecho / y cubrió de tinieblas mi morada."
Y los dos tercetos, sobra decir, son desoladores...
[Gonzalo Vélez]
Job
autor: Concha Urquiza
Y vino y puso cerco a mi morada
y abrió por medio della gran carrera
Fray Luis de León (traducción del Libro de Job)
Él fue quien vino en soledad callada,
y moviendo sus huestes al acecho
Puso lazo a mis pies, fuego a mi techo
Y cerco a mi ciudad amurallada.
Como lluvia en el monte desatada
Sus saetas bajaron a mi pecho;
Él mató los amores en mi lecho
Y cubrió de tinieblas mi morada.
Trocó la blanda risa en triste duelo,
Convirtió los deleites en despojos,
Ensordeció mi voz, ligó mi vuelo,
Hirió la tierra, la ciñó de abrojos,
Y no dejó encendida bajo el cielo
Más que la obscura lumbre de sus ojos.
19 de julio, 1937
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1 comentario:
Amante de la poesía y más aun de la mexicana, una noche descubrí a Concha Urquiza y me fascinó, la poesía mística es un género que va entre lo divino y lo carnal, entre Dios y Amante, este tipo de poesía se debe leer como se escribe, sin misticismo, pero si como estos poetas buscas a Dios en las relaciones amorosas como máxima bendición también está ahí...
Leamos poesía de la que sea y este sitio es un buen lugar para discutir y analizar la poética mexicana, que gusto encontrar un poeta hidalguense Efrén Rebolledo, poeta casi olvidado muy erótico parte del amor en busca de Dios y Cocha parte de Dios en busca del amor, sigamos leyendo....
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