Si poetas de generaciones anteriores a la suya coquetearon con la idea de la muerte hasta el grado del lugar común (o del suicidio), ella lo sedujo a él de manera fatal cuando apenas comenzaba a hacer sonar su potente voz, y se lo llevó en un accidente automovilístico en el sur de Italia.
Le acababan de otorgar una beca Guggenheim, se había entrevistado con Octavio Paz en Inglaterra, y se encontraba realizando su primer viaje europeo para celebrar el futuro.
Así, José Carlos Becerra se unió a Ramón López Velarde y a otros no pocos poetas y pintores y demás que nos legaron una obra entrañable, y que se fueron luego de vivir apenas la tercera parte de un siglo.
Gracias a Gabriel Zaid y a José Emilio Pacheco, la obra completa de José Carlos Becerra fue rescatada para la posteridad. Éste es un buen momento y lugar para agradecerles a nombre de todos los lectores de todas las generaciones subsiguientes.
Bajo el título El otoño recorre las islas, estos colegas suyos reunieron la media docena de poemarios publicados, inéditos y en borrador, y le adjuntaron documentos biográficos. El poema que sigue es el que dio título a ese recomendable libro que, por cierto, ¡oh lector(a)!, no debe ser difícil de conseguir, en caso de que no esté ya en tu biblioteca.
La ausencia figura aquí con cierto protagonismo, en una especie de descripción activa del otoño de una relación vista desde una de sus partes.
Una relación frustrada, se entiende: los amantes quedaron como islas, y a lo largo de todo el poema se respira esa intranquilidad insatisfecha, ese como hueco que nada puede llenar cuando hemos atravesado por una relación que perdió sus hojas y pereció anunciando un invierno en el que por dentro no existía nada que nos calentara. A lo mejor alguna vez a ti te ha pasado...
"A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua", nos describe Becerra a través de esa manera muy característica suya de construir la exuberancia de imágenes en sus versos densos, extensos, intensos...
¡Snif...! [suspiro con bono de lagrimita por un recuerdo melancólico...]El otoño recorre las islas
autor: José Carlos Becerra
A veces tu ausencia forma parte de mi mirada,
mis manos contienen la lejanía de las tuyas
y el otoño es la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti.
A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparición que no merecías,
a veces es una calle al anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,
mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón y un movimiento de la noche.
A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha de aceite en el agua, y es la hora de encender ciertas luces
y caminar por la casa
evitando el estallido de ciertos rincones.
En tus ojos hay barcas amarradas, pero yo ya no habré de soltarlas, en tu pecho hubo tardes que al final del verano todavía miré encenderse.
Y éstas son aún mis reuniones contigo,
el deshielo que en la noche
deshace tu máscara y la pierde.
¿ Te gustó ? ¡ Ven y acércate amablemente a la poesía !
*** *** ***
No hay comentarios:
Publicar un comentario